Como parte de la naturaleza que somos los seres humanos, y por la curiosidad que sentí al ver a gente muy mayor madrugando para trabajar en el campo, más por jovi que por necesidad monetaria(aunque no viene nada mal), preparé mi propia huerta, siempre me he sentido muy unido a lo natural, a sus formas, a su belleza, a su paz y a sus leyes, desde bien pequeño la sola visión de una hoja ha poseido mi alma y mi mente, con el tiempo son muchas las especies que sé reconocer y apreciar, tambien micológicas, las calabazas en mi huerta son las plantas con más variedades, formas, texturas, colores, tamaños,… que hay, son las más vigorosas y las que menos cuidados precisan, este cuadro es un homenaje a ellas y a la diversidad natural que algunos en pro de su beneficio están destruyendo, imponiendo semillas transgénicas que producen plantas infertiles, entre otras cosas terribles y todo esto para poder tener patentes sobre las plantas, sobre lo que consumimos, aunque eso suponga un riego medioambiental y para la salud, este es el mundo al revés.