CESTAS PARA REGALAR

Hola a tod@s, tenía muchas ganas de hacer esta entrada para poder enseñaros unas cestas que me han encargado para hacer un regalo un poco especial. Están personalizadas según las necesidades de la persona «afortunada»  a la que van dirigidas y sus gustos.

Me parece un regalo muy original, que demuestra que te preocupas por el bienestar de esa persona y que además es muy útil.

Os pongo algunos ejemplos de diferentes packings y tamaños de las cestas.

Por ejemplo, la persona que me hizo este encargo quería tener un detalle con todos sus amigos en Navidad. Regaló un jaboncito a los hombres y una crema a las mujeres, por lo que se empaquetó individualmente.

cesta de regalo

 

cesta de regalo

 

Estas son unas cestitas para su madre y sus hermanas.

cesta de regalo

 

Esta es otra cesta que me encargaron para el día de la madre con cuatro jaboncitos y una crema hidratante.

cestas de regalo

Y esta última cesta es para un cumpleaños. La chica a la que se la regalaron tiene piel atópica, por lo que todos los productos los realicé especialmente para su tipo de piel.

cestas de regalo

Y este es el resultado final:

cestas para regalar

Espero que os haya gustado y que os animéis a hacer regalos naturales y originales como estos.

 

JABÓN DE ZANAHORIA

Ya estoy aquí con un jabón ideal para las fechas en las que estamos, que es el jabón de zanahoria.

Jabón de Zanahoria

Jabón de Zanahoria

La zanahoria es rica en carotenos que favorecen la formación de melanina, la cual  nos ayudará a mantener el moreno más tiempo. También tiene muchas vitaminas y minerales que aportan a la piel gran hidratación y firmeza. Es apropiado para pieles secas, sensibles, irritadas por el sol, etc.

Como los jabones tienen que curar durante varios meses ( para mi gusto mínimo tres meses) hay que empezar a prepararlo con tiempo. Yo empecé en invierno a preparar los oleatos. Lleva dos, oleato de zanahoria en aceite de oliva y otro en girasol ( que es el que añado en la traza). Yo lo que hago es rallar la zanahoria y ponerla en una placa de horno revestida con papel vegetal. Luego lo meto en el horno a mínima temperatura durante una hora o así, hasta que la zanahoria está mas o menos seca (hay que tener en cuenta que cuando lo saquemos se terminará de evaporar toda la humedad) La razón de hacerlo en el horno y no dejarlo que se seque al aire es que una vez que la zanahoria está cortada tiende a oscurecerse (se oxida). Una vez que la sacamos del horno, la metemos en unos botes de cristal y añadimos los aceites. Veréis que a los pocos días ya empiezan a tomar la tonalidad naranja. En mes y medio ya tienes los oleatos listos para utilizar.

Para realizar en jabón en vez de agua uso zumo de zanahoria. Puedes hacerlo con una licuadora, pero si como yo, no tienes una, utiliza una batidora, echando agua destilada y la zanahoria troceada. Luego solo tienes que colarla con un filtro de café. Una vez pesado, yo lo meto en el congelador para que cuando añada la sosa no «queme» el licuado.

El resto de ingredientes de este jabón son: 

  • Aceite de oliva virgen extra: Es el ingrediente básico de este jabón. Este aceite contiene vitaminas A, D y K y tiene una gran proporción de vit E, por lo que tiene un gran poder antioxidante y combate la formación de radicales libres, que son los máximos responsables del envejecimiento.  El aceite de oliva u «oro líquido» mediterraneo, es una fuente muy rica de ácidos grasos esenciales que contribuyen a restaurar los niveles naturales de humedad en la piel. También tiene propiedades suavizantes, relajantes y tonificantes. Reconstruye las membranas celulares de la piel gracias a la acción del ácido oleico. Protege la piel contra agentes ambientales externos.
  • Aceite de coco: Aunque muy conocido por sus propiedades para el cuidado del cabello, es un ingrediente indispensable en la elavoración de jabones artesanales, ya que contribuye a la formación de espuma. Se trata de un aceite suave muy recomendado para la piel irritada y para personas con la piel sensible.
  • Aceite de palma: Contiene ácido palmítico y oleico y es una gran fuente de vitamina A y E. Ayuda a calmar y reparar inflamaciones o daños a nivel cutáneo. Se utiliza para el tratamiento de eccemas, picor, piel seca, arrugas, patas de gallo, estrias…
  • Manteca de Karité: La manteca de karité ha sido utilizada tradicionalmente por las mujeres africanas como hidratante y protector de su piel y cabello. Mejora la elacticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y alto contenido en vit F. componente vital de las membranas celulares. Tiene un importante efecto antiestrías y antiarrugas, protege contra los rayos solares y no es comedogénica (no produce granitos)
  • Aceite de girasol: Contiene gran cantidad de vit E y se utiliza para curar las quemaduras producidas por el sol.
  • Manteca de cerdo: Aporta cremosidad, dureza y burbujas al jabón, así como hidratación a la piel.
  • Aceites esenciales: de limón, litsea cubea y lavanda.

Con las buenísimas propiedades que tienen sus ingredientes, podéis imaginar que es un jabón cremoso,  suave, con un agradable aroma a limpio y a verano, muy cítrico y que produce abundante espuma .  

Precio: 3 euros pastilla 80gr. aprox.

 

JABÓN DE LECHE DE CABRA

Hola a tod@s. Hoy os quiero presentar un jabón con unas propiedades excepcionales para la piel, que es el jabón de leche de cabra.

Jabón de leche de cabra

Jabón de leche de cabra

Los ingredientes son los siguientes:

  • Aceite de oliva virgen extra: Es el ingrediente básico de este jabón. Este aceite contiene vitaminas A, D y K y tiene una gran proporción de vit E, por lo que tiene un gran poder antioxidante y combate la formación de radicales libres, que son los máximos responsables del envejecimiento.  El aceite de oliva u «oro líquido» mediterraneo, es una fuente muy rica de ácidos grasos esenciales que contribuyen a restaurar los niveles naturales de humedad en la piel. También tiene propiedades suavizantes, relajantes y tonificantes. Reconstruye las membranas celulares de la piel gracias a la acción del ácido oleico. Protege la piel contra agentes ambientales externos.
  • Aceite de coco: Aunque muy conocido por sus propiedades para el cuidado del cabello, es un ingrediente indispensable en la elavoración de jabones artesanales, ya que contribuye a la formación de espuma. Se trata de un aceite suave muy recomendado para la piel irritada y para personas con la piel sensible.
  • Aceite de palma: Contiene ácido palmítico y oleico y es una gran fuente de vitamina A y E. Ayuda a calmar y reparar inflamaciones o daños a nivel cutáneo. Se utiliza para el tratamiento de eccemas, picor, piel seca, arrugas, patas de gallo, estrias…
  • Manteca de Karité: La manteca de karité ha sido utilizada tradicionalmente por las mujeres africanas como hidratante y protector de su piel y cabello. Mejora la elacticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y alto contenido en vit F. componente vital de las membranas celulares. Tiene un importante efecto antiestrías y antiarrugas, protege contra los rayos solares y no es comedogénica (no produce granitos)
  • Leche de cabra: Con un mayor contenido en grasas que la leche de vaca, la leche de cabra ha sido muy utilizada para el cuidado de la piel por sus propiedades nutricionales, curativas, humectantes y rejuvenecedoras. Es fuente de proteinas, vitaminas y minerales, además de lípidos, que ayudan a hidratar la piel previniendo su resequedad y el agrietamiento.

Con las buenísimas propiedades que tienen sus ingredientes, podéis imaginar que es un jabón cremoso,  suave, con un agradable aroma (siempre utilizo aceites esenciales, nunca aromas artificiales) y que produce abundante espuma . Muy recomendable para personas con la piel seca, sensible, con eccemas, etc, pero que pueden usar todo tipo de pieles. Deja una agradable sensación de hidratación en la piel, por lo que si tu piel es normal, no hace falta usar crema hidratante después de la ducha.

Precio: 3 euros pastilla 80gr. aprox.

COMO HACER JABÓN DE TOMILLO (PASO A PASO)

Hola a todos. Hoy voy a explicar como hacer un jabón de tomillo con sosa caústica con el proceso en frío.

Antes de nada voy a hacer un inciso para explicar qué es el jabón. Pues bién, desde el punto de vista químico, el jabón es una sal. Es el resultado de mezclar un alcalí ( en este caso sosa caústica o hidróxido de sodio) con los ácidos del aceite (u otros cuerpos grasos, como la manteca de cerdo, karité, etc). Cuando la sosa se disuelve en agua y se añade a los aceites, se produce una reacción química llamada saponificación. Para que el jabón esté bien hecho todo el hidróxido de sodio debe reaccionar con el aceite y para eso las cantidades de agua, grasas y sosa deben estar perfectamente calculadas. Todas las grasas tienen un índice de saponificación, que es la cantidad de sosa que se necesita para saponificar 1 gr de ese aceite. Una vez contado todo esto, deciros que yo no calculo mis jabones a mano, sino que utilizo la maravillosa Calculadora de Saponificación de Mendrulandia. Es increible que alguien ponga a nuestra disposición esa herramienta de manera tan generosa. Os recomiendo la página si no la conocéis porque la gente es genial y se aprende muchísimo.

Fórmula Jabón de Tomillo:

  • Aceite de oliva virgen extra:350gr
  • Aceite de coco: 120gr
  • Aceite de palma: 120gr
  • Cera de abejas: 15gr
  • Manteca de karité: 30gr
  • Hidrolato de tomillo: 206.5gr
  • Hidróxido de sodio: 80.3gr
  • Sobreengrasado: 12%
  • Concentración: 28%

En este caso, voy a utilizar el hidrolato y el aceite esencial de tomillo que destilé el otro día con el alambique para realizar un jabón de tomillo. Es antiséptico y antibacteriano, sirve para pequeñas heridas y eccemas. Perfecto también para los granitos de la espalda, por ejemplo, o para utilizar ahora que ya viene el buen tiempo y empezaremos a ir a las piscinas contra los hongos.

  • Pesar los ingredientes

Yo lo primero que he pesado ha sido el hidrolato de tomillo y lo he metido al congelador. De esta manera evitaré que cuando lo mezcle con la sosa alcance mucha temperatura y pierda sus propiedades.

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Después he pesado la sosa. A partir de este proceso ya es muy importante protegernos con guantes, gafas y mascarilla ( o trabajar en un lugar bien ventilado). Los utensilios que vayan a estar en contacto con la sosa deben ser de acero inoxidable, plástico o cristal, nunca de aluminio.

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  • Disolver la sosa en el hidrolato

Añadir la sosa en el hidrolato con mucho cuidado de que no salpique con una cuchara de acero inoxidable o de madera. Como el hidrolato está congelado costará un poco, pero así evitaremos que alcance mucha temperatura y salgan vapores. Como podéis ver en la foto lo hago en la pila de la fregadera con un poco de agua fría.

Como véis, ha cambiado de color, pero es normal, no os asustéis, la sosa reacciona muy mal con casi todo y lo «quema».

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  • Batir el jabón

Una vez que tengamos todos los ingredientes preparados, solo nos queda añadir a las grasas la mezcla de sosa e hidrolato (lejía). Veréis como nada más mezclarlo un poco con la cuchara ya cambin de color las grasas.

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Ahora se puede batir a mano (como nuestras abuelas) o con una batidora (como hago yo). Yo utilizo una vieja, pero podéis usar la que tengáis para la cocina, porque no se estropea. Eso sí, no la pongáis a mucha velocidad porque tendréis el riesgo de salpicaduras.

Con la batidora se alcanza la traza (el momento en el que la sosa y el aceite han saponificado) en unos segundos, lo notaréis porque adquiere una consistencia como de natilla espesa.

En ese momento es cuando añadiremos los aceites del sobreengrasado

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y el aceite esencial. Yo para la cantidad de jabón que he hecho he añadido unos 7ml

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Se bate un poquito más para mezclar bien todos los ingredientes y se vuelca en un molde. Yo utilizo uno de silicona porque luego me resulta muy fácil desmoldarlo, pero hay gente que lo hace en moldes de madera (para que salgan todos los jabones más homogéneos) o en moldes individuales con forma de corazón, flores, estrellas…

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En este caso, como tenía flores de tomillo secas, le he puesto unas pocas para adornar.

Yo ahora lo que hago es cubrirlo todo con un papel film,

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 envolverlo con una toalla,

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y ponerlo sobre un radiador unos minutos. Esto lo hago para que gelifique, para que coja más temperatura el jabón. Se vuelve blando y adquiere una tonalidad marronácea muy fea, pero no os asustéis, porque cuando se enfría vuelve a su color natural. De este modo los jabones tienen una textura más suave y dura, esa es mi impresión. También podéis hacer este proceso en el horno, calentándolo a 70gr y cuando metáis el jabón lo apagáis y lo dejáis durante toda la noche que se enfríe poco a poco.

  • Cortar

Yo normalmente suelo esperar un día o día y medio para desmoldar y cortar. Es un momento crucial, porque si lo desmoldas y está blando, lo más normal es que se queden las huellas de los dedos y se deforme. Y si esperas mucho y está demasiado duro, se puede romper o tener muchos problemas para cortarlo. Yo lo hago con un cuchillo jamonero muy fino, com mucho cuidado, pero venden cortadores especiales con diversas formas.

Y este es el resultado. es un jabón con un color verde precioso, en la foto no se aprecia bien y huele de maravilla.

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Bueno, pues esto es todo. Espero que os haya gustado y me pongáis vuestras opiniones.

Ah!! Y perdonad por la calidad de las fotos, pero os aseguro que no ha sido fácil hacer el jabón y las fotos a la vez, los que ya hayáis hecho jabones antes, sabréis de lo que os hablo jeje.

 

COMO EXTRAER ACEITE ESENCIAL DE TOMILLO CON ALAMBIQUE

Se va acercando mi cumpleaños y el otro día mi chico me sorprendió regalándome un precioso alambique de cobre para que pueda extraer mis propios aceites esenciales de las plantas medicinales que hemos ido plantando en nuestra huerta ecológica. Así que como estos días el tomillo está en plena floración hemos hecho recolección y nos hemos puesto a «alambiquear» un poco. Se me ha ocurrido que sería buena idea hacer un paso a paso para mostraros como funciona, porque por lo menos para mí, ha sido un proceso «milagroso» y muy entretenido.

  • Limpieza

Primero se llena el alambique hasta la mitad y se le añade un litro de vinagre. Se montan todas las piezas y se sellan las uniones con engrudo (mezcla de harina y agua), para que no pierda vapor.

Alambique montado

Alambique montado

Después se pone al fuego y se espera a que vaya saliendo el líquido por el serpentín. Nosotros le hemos añadido un tubo de cobre largo para que el hidrolato caiga en un bote que elevamos con una silla. Cuando lleve más o menos un cuarto de hora saliendo agua, se apaga el fuego y se deja enfriar.

  • Añadir las plantas

Como mi alambique no consta de rejilla, hemos preparado una nosotros con una malla metálica que hemos desinfectado previamente. Esto hace que las plantas no estén en contacto directo con el agua y que los aceites se separen solo por evaporación. También puede llenarse el fondo de la caldera con paja para este mismo fin. Después de poner la rejilla se llena la caldera de agua hasta la rejilla. Se debe utilizar agua de pozo, mineral o de fuente, mejor si no es del grifo.

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Ahora ya podemos llenar la caldera con las hierbas que queramos destilar, en este caso nosotros hemos usado tomillo.

Alambique lleno de tomillo

Alambique lleno de tomillo

  • Destilar

Ahora es el momento de colocar el capacete y unirlo al serpentín. Como he explicado al principio es muy importante cubrir las juntas con engrudo para evitar las fugas. Se coloca al fuego y a esperar. Ahora es el momento de llenar la cubeta que contiene el serpentín con agua fría. A medida que el vapor vaya pasando por el serpentín ese agua subirá mucho de temperatura, por lo que hay que intentar que se mantenga más o menos fría. Nosotros lo que hemos hecho ha sido ponerle una manguera que va añadiendo un flujo constante de agua fría y luego otra manguera cebada que va sacando la misma cantidad de agua caliente. También se puede dejar que la cubeta se vaya sobrando poco a poco si lo haces al exterior.

Y cuando llevas un ratito, como por arte de magia, esto es lo que ocurre:

Hidrolato y ae de tomillo

Hidrolato y ae de tomillo

Como podéis observar el aceite esencial se va quedando en la superficie con un color dorado, y el resto es el hidrolato que tiene una tonalidad blanquecina.

Cuando deje de salir hidrolato, se apaga el fuego y se deja enfriar el alambique. Como nosotros observamos que casi todo el ae sale al principio, en la siguiente tandada que hicimos no lo dejamos hasta el final, sino que lo apagamos cuando vimos que la cantidad de ae ya no aumentaba.

  • Separación del aceite esencial y del hidrolato

Esta es la parte más engorrosa, ya que hay que recoger el cae con un cuentagotas, con mucha paciencia y meterlo en un botecito. Para que os hagáis una idea, nosotros hemos sacado más o menos 8ml de aceite esencial. Sí ya sé que es poco, pero has cultivado tus plantas, no tienen ningún residuo químico, las has destilado tú, el olor es ¡¡¡uummm!!! y eso no tiene precio.

  • Etiquetar y conservar

Y este es el resultado:

Hidrolato y aceite esencial de tomillo

Hidrolato y aceite esencial de tomillo

Espero que os haya gustado esta entrada y que si podéis os animéis con el alambique, es una gozada.

CREMA DE CALÉNDULA O EL UNGÜENTO MILAGROSO

Crema de caléndula

Para mi primera entrada he elegido la mejor de todas las cremas y la más versátil, que es la crema de caléndula. Su principal ingrediente es el oleato de caléndula ( Calendula officinales L.), también llamada maravilla, que es una de las plantas más reconocidas en los tratamientos de la piel.  Está compuesta por flavononides y triterpenos cuyas propiedades son beneficiosas para tratar las diferentes afecciones de la piel. Sus principales propiedades son antiinflamatorias, cicatrizantes y antibacterianas.

Otro ingrediente de esta crema es la manteca de cacao, que es un gran emoliente, la cual forma una película protectora en la piel y la suaviza e hidrata.

El tercer ingrediente es la manteca de Karité utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional africana por sus excepcionales propiedades para la belleza de la piel y el pelo. Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y alto contenido en vit F y tiene un intenso y duradero poder hidratante.

La unión de estos tres componentes da lugar a una crema untuosa, muy emoliente, pero que hace que la piel se sienta reconfortada y fresca.

También la llamo el unguento milagroso porque tiene múltiples usos:

  • Como emoliente para piel seca, agrietada o escamada. Es perfecta para manos y pies estropeados ya que hidrata y devuelve la elasticidad de la piel.
  • Quemaduras domésticas y de sol ya que refresca y calma la piel.
  • Rozaduras ocasionadas por los pañales de bebes
  • Alivia las molestias en pacientes postrados
  • Alivio de picaduras de insectos
  • Como tratamiento postdepilación, ya que calma las rojeces y la inflamación.
  • Para las durezas y callos de las manos.

Como veis, es una crema todoterreno que yo recomiendo tener siempre a mano.

Bote 100 ml: 8 euros